Es crucial haber realizado un buen diseño, pensando en todo momento en la fase de Utillaje. Además, realizando una buena gestión técnica en esta etapa, nos evitaremos elevados costes y tiempos de espera innecesarios, derivados de un largo y tedioso trabajo en la consecución de construcción de utillaje.
Hay que tener en cuenta que durante esta fase, la gestión con el proveedor y el ajuste en el diseño son elementos claves para el éxito de la última etapa del desarrollo: La industrialización del producto.
Interactuar con nuestro proveedor, proponiéndoles mejoras para facilitar su trabajo es importante para garantizar el éxito del proyecto y la satisfacción de nuestro cliente. De este modo, podemos asegurar también que el equipo de trabajo está integrado por todos los participantes de las distintas fases del ciclo de desarrollo del producto.
Como ya se ha comentado anteriormente, durante la fase de simulación se lleva a cabo un análisis reológico antes de comenzar con la construcción de utillaje (ejemplo para inyección plástico o metal).
Este análisis permite detectar determinados problemas que pueden solucionarse antes de continuar (por ejemplo, problemas derivados de la inyección plástica). De este modo, evitamos gastar tiempo y dinero, que, sin lugar a dudas se gastarían, si dichos contratiempos se detectaran en fases posteriores.